lunes, 28 de marzo de 2011

HISTORIAS REALES, MUJERES REALES. CAPITULO PRIMERO. " AQUÍ TE PILLO, AQUÍ TE MATO"

                 HISTORIAS REALES, MUJERES REALES.

CAPITULO 1º AQUÍ TE PILLO, AQUÍ TE MATO.


Como todas las mañanas cuando dejaban a los niños en el colegio, Carmen, Conchita, Maite y Ana se iban a desayunar al bar de la urbanización era el momento más esperado del día.

.- Bueno ¿como os ha ido el fin de semana chicas? Dijo Carmen.

Todas menos Ana, que era la más calladita, empezaron a contar su historia.

.- Ay chicas yo de verdad que como siga así mi Juan, todo el fin de semana pegado a la pantalla del televisor viendo partidos y partidos, me separo de el, vamos que le pongo de patitas en la calle, que hartazón de fútbol. Dijo Maite.

.- Pues yo he estado en la casa de la huerta de mi hermano, hicimos una barbacoa y Manolo como de costumbre se pasó con la cerveza y al final empezó la trifulca política como siempre. Mi hermano, que no se calla una, que si zapatero por aquí y zapatero por allá y mi Manolo que tenía que resucitar el Tío Paco y entonces seguro que lo ponía todo en su sitio… en fin que siempre pasa lo mismo pero yo nada hablando con mi cuñada de los estudios de los críos y esas cosas. Dijo Conchita.

.-ay chicas pues yo he conocido a una persona muy especial… Dijo Carmen.

Todas la escuchaban expectantes, excepto Ana que tomaba su café y miraba por la ventana como ausente.

.- Veréis, Pedro se metió al despacho a corregir exámenes de sus alumnos y los nenes se fueron a jugar con los hijos de Mónica a su casa, entonces yo me metí en el chat…

.- sigue, sigue, y conociste a un chico joven. Dijo Conchita.

.- Sí conocí a un hombre, dice que se llama Luis y que es separado, tiene 42 años y vive en Alicante, toda la tarde estuvimos chateando y me dice unas cosas uff… hasta me puse un poco caliente y cuando Pedro termino de corregir los exámenes me tiré como una loca encima de la mesa del despacho.

.- ¿seguro que echaste el polvo de tu vida? Comentó Maite si parar de reír.

.- Pues eso me pensaba yo que iba a echar el polvo de mi vida, y no más lejos de eso que cuando me tiro hacia Pedro y lo tumbo en la mesa del despacho, se clavó en la espalda la pluma que le regalaron sus alumnos del curso pasado… Carmen no podía terminar la historia porque le había entrado hipo de tanto reírse y a sus amigas les pasaba lo mismo, hasta incluso a Ana que ya había retomado el hilo de la conversación.

.- y ¿qué pasó después? Dijo Ana.

.- Imaginaros, ese pedazo de pluma empinada hacia arriba…

.-¿ la pluma o la serpiente de Pedro? Dijo entre risas Maite, que era la más atrevida.

.- No tonta la pluma, si a Pedro no le dio tiempo al pobre ni de reaccionar, pues como decía esa pluma empinada hacía arriba por el soporte clavada en toda su espalda, la quebró…

.- la espalada o la pluma. Dijo Conchita convencida de su pregunta.

Todas volvieron a reír a carcajadas.

.- la pluma so bestia. En seguida tuve que echarle agua oxigenada y un poco de yodo para que le cicatrizara pronto y me dijo Pedro pero que ostias te pasa Carmen tu me quieres matar y no sabes como hacerlo, hay que joderse con esta mujer que neuras que le entran. Yo le dije que me perdonara que mi intención era otra, vamos que lo que quería era hacer el amor como en los viejos tiempos como cuando éramos novios, entonces si que fue maravilloso, me cogió en brazos, me llevó a la habitación me tumbó en la cama, me besó por el cuello, me fue quitando la blusa, se quitó la camisa, me abrazó y entonces…

.- Entonces qué, Carmen hija sigue que nos dejas con la miel en los labios. Dijo Maite.

.- Entonces tocaron al timbre y Pedro se puso la camisa y fue a abrir la puerta y eran los niños que ya venían de casa de Mónica, fin de la historia.

.- Menudo rollo, es que siempre pasa algo ¿por qué no nos ocurren cosas especiales como en esas películas románticas? Murmuro Conchita mientras se encendía un cigarrillo en la terraza de la cafetería.


.- ¿que opinas Ana, di tu algo, para eso eres psicóloga? Le dijo Carmen.

.- De verdad queréis saber mi opinión, ya me conocéis muchos años y si hablo diré claramente lo que pienso. Dijo Ana sonriendo.

.- Habla, habla. Dijeron todas.

Entonces Ana se acomodó en su silla, apagó el teléfono móvil y comenzó a hablar.

.- Veréis chicas, yo siempre pensé lo mismo ¿por qué en una relación, cuando llevan varios años conviviendo la cosa cambia? Y para encontrar las respuestas a mis preguntas comencé a poner en práctica todo lo que vemos en las telenovelas, o leemos en los libros de amor, o vemos en las películas románticas.

Lo primero que hice fue probar el aquí te pillo aquí te mato. Un día cuando llegó Antonio de trabajar y los niños estaban en casa de mi madre, ya que yo los había dejado allí con premeditación y alevosía, yo había estado toda la tarde en el baño quitándome los pelos de las piernas, dándome un baño con sales perfumadas, poniéndome crema por todo el cuerpo, me vestí con un picardías que me apretaba un poco en el pecho pero estaba resultona, y me metí en la cama. Antonio nada más entrar a la casa dijo.- Nena,    ¿ donde estás? Y yo le contesté desde la habitación, estoy aquí cariño puedes venir ha ayudarme que no encuentro los papeles que hay que llevar mañana al banco, entonces Antonio entró en la habitación y me vio en la cama tumbada boca arriba con mis manos puestas entre mis piernas insinuando que me acariciara y nada más verme, dijo .- voy para allá, se desnudo como un loco, tiró toda la ropa del trabajo por el suelo, y se dejó los calcetines puestos, empezó a besarme como si quisiera devorarme en dos segundos, y yo imaginando que estaba saliendo perfecto como una escena romántica de una película de amor, entonces empecé a besar a Antonio y de pronto noté una olor a sudor insoportable que se mezclaba junto el olor a pies de sus calcetines húmedos, yo intentaba no pensar en eso pero nada el olor subía cada vez con más fuerza en mis narices, y yo me decía para mi misma , venga Ana no pienses en eso, siente sus besos, pero lo peor no fue eso lo peor fue cuando él me puso su boca en mi oreja para susurrarme algo que yo esperaba un .- cuanto te deseo mi vida. Y entonces me dice .- nena, nena vamos a hacer el 69.
Ay Dios ahí se me calló el alma al suelo, y no me quedó de otra que terminar y punto, encima esa postura con los calcetines casi en toda mi cara y ese olor, pues nada esa fue mi experiencia. Al día siguiente Antonio me dijo lo especial que había sido que era una mujer espectacular y que le encantó la sorpresa, a lo que yo le respondí.- si estuvo muy bien cielo. Cuando se marchó cogí mi cuadernillo de notas que me había guardado especialmente para hacer este estudio sobre el “Aquí te pillo, aquí te mato” y puse mis conclusiones.

NOTAS SOBRE “AQUÍ TE PILLO, AQUÍ TE MATO”

Esta opción no es apta para gente normal, para gente que trabaja, que tiene una vida normal y una pareja normal de carne y hueso por los siguientes motivos:

1º Un hombre que se marcha a las siete de la mañana a trabajar manejando un camión, con material perecedero como la carne, que tiene que hacerse más de 300 kilómetros al día, que está expuesto a una temperatura ambiental de más de 35 grados en verano y que   llega a su casa empapado en sudor y con olor a carne, no puede practicar esta técnica pues primero debería de pasar por la ducha y darse un buen baño, con lo cual ya no sería el aquí te pillo aquí te mato.

2º una mujer que tiene niños, se tira dos horas convenciéndoles de que se tienen que quedar a dormir en casa de la abuela, se va con remordimientos de conciencia porque le ha dicho a su madre que tenían que ir a visitar a un amigo que se había puesto enfermo para que no le dijera que no se quedaba con los niños, y que se pasa media tarde en el baño, quitándose el pelo de las piernas, de las axilas, echándose sales que están hartas de decorar el baño y soñando con Harry son Ford antes de que llegue su marido para ponerse a tono y no enfriarse, no está apta para practicar el aquí te pillo aquí te mato.






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